miércoles, 30 de marzo de 2011

¿Hola?

Bueno, principalmente estoy aquí..
Porque tengo 23 seguidores...
Y aquí nadie lee mi mierda de fic.
¿Sabéis?
Me sudaría el coño si fuera un fic normal, que sale solo y no me cuesta nada escribirlo.
Pero no... 
Me dejo los putos sesos escribiendo lo mejor que puedo sobre este tema que es un poquito delicado para que luego nadie lo lea.. 
¿Por favor? Me conformo con un.
''Me gusta'' o con un ''No me gusta'' 
Así al menos podré tomar nota e intentar mejorar.
Pero decirme algo, porque estoy hasta los cojones(Puedo decirlo mas alto pero no mas claro) de tener bastantes seguidores y que aquí no lea ni comente ni dios. 
Lo dicho...
hacer lo que os de la gana.. pero yo de momento paso.
Y perdonarme si soy borde, pero esto me toca la moral, porque es algo por lo que me esfuerzo bastante sin obtener nada...

martes, 29 de marzo de 2011

Capítulo 4

Nota: Es corto y dramático. Lo siento, pero es que no me sale otra cosa. Me cuesta, ya lo he dicho. 
Y comentarme anda, que es muy importante para mí. u_u

Capítulo 4

Dan llamó a Georgia para que se pasara, y en diez escasos minutos esta se presentó con una enorme sonrisa en la puerta. Danny se acercó a ella y la beso tiernamente, yo miré al suelo rápido, ellos estaban tan bien…
La más mínima cosa me hacía recordar a Lizz, y eso me hacía sentirme peor, si es que en estos momentos me podía sentir más mal.
‘’Te jodes y te aguantas’’
Geo se acercó al salón y se sentó a mi lado.
-¿La culpabilidad te atormenta Dougie?- Preguntó en un tono tranquilo pero a la vez acusador.
-No me hables de eso…es lo último que me falta ya.- Susurré dejando caer mi cabeza contra el respaldo del sofá.
-No te vengas abajo, sabes como es Lizz, lo arreglareis.- Dijo para mi sorpresa poniendo su brazo sobre mis hombros.
-Pensé que te dedicarías a hundirme más, como han hecho todos.
-De hecho tenía eso pensado, pero prefiero guardarlo por si no lo arreglas con Lizz y ella lo pasa mal, además, se te ve arrepentido.- Me guiñó un ojo y se levantó del sofá, dirigiéndose hacia la cocina, donde estaba Danny.
-Muy considerada.- Reí levemente a la vez que me levantaba y seguía sus pasos.

Entre los dos consiguieron animarme algo, Danny hacía idioteces con los tenedores mientras Geo cocinaba y yo la ayudaba, o eso intentaba. Cuando terminamos Dann me ayudó a recoger un poco el resto de la casa mientras que Geo colocaba la cocina. En verdad tenía que agradecerles todo lo que estaban haciendo por mi.

-¿Oye…dónde están Tom y Harry? Estira la sábana más de ese lado.- Pregunté a Danny mientras hacíamos mi cama, si, Danny haciendo una cama.
-Pues Tom tenía comida con los padres de Gi y con ella, y Harry había salido con Izzy.- Comentó mientras intentaba doblar la sábana de la forma correcta, como no, sin conseguir su objetivo.
-¿Están enfadados comigo?- Pregunté de nuevo.
-No lo creo, pero ya sabes como es Gio con Lizz, si le pasa algo, se pone un poco fiera…y eso no es nuevo.
-Supongo…

Dejamos la casa arreglada y llegó el momento en el que Danny y Geo se iban porque Liz no tardaría mucho en llegar a casa, y no era plan de vernos allí a los tres.
-Suerte enano, ya verás como todo se arregla.-Me digo Danny poniendo su mano en mi hombro y sonriéndome.
-Gracias.- Le devolví la sonrisa.
-Paciencia Doug, todo irá bien.- Esta vez fue Georgia la que me animó y después me abrazó.
-Gracias por todo Geo.- Le susurré mientras correspondía al abrazo.

Poco después se fueron y yo me senté en el sofá de nuevo, frotando mis manos, esperando a que el torbellino castaño claro de ojos verdes entrara por la puerta con su radiante sonrisa.
Pero pasaron los minutos y no aparecía, encendí la tele, no había nada interesante, la apagué de nuevo y fui a la cocina, mientras llegaba me daría tiempo a decorar un poco la mesa. Puse algunas velas, mantel, copas y lo típico de cena perfecta que acaba en desastre. Pero lo que todavía no sabía es que esta cena ni siquiera iba a empezar.

Eran más de las diez de la noche y Lizz no aparecía por casa, la había llamado al móvil y no lo cogía, tampoco contestaba a mis mensajes y me estaba empezando a poner nervioso. La cena estaba helada y las velas se habían apagado.
Me senté en la silla, con mi iPhone en frente, esperando, cuando por fin, a las doce y media de la noche escuché el ruido de la cerradura al abrirse.

Me levanté de un salto y me dirigí a la puerta, allí estaba ella.
-Pensé que estarías dormido.- Se acercó y me fue a dar un beso pero me aparté y lo depositó en mi mejilla.
-¿Dónde estabas?-Pregunté algo más sereno, si no me relajaba no iría a ninguna parte.
-Pues es que quedé con unas amigas del cursillo, y salimos a tomar algo, lo siento.- Se disculpó sonriendo.
-No lo sientas, el que lo siente soy yo sabes, llevo preparando la casa y la cena desde las cinco de la tarde para que a ti se te ocurra salir.- Bufé dándome la vuelta y dirigiéndome al salón.
‘’Venga Dougie, jode todo un poco más, se que tu puedes’’
-¿Se puede saber porqué cojones te pones así? Te he dicho que lo siento, no lo sabía.- Se puso frente a mí, que me encontraba sentado en el sillón.
-Me pongo así porque me da la gana.- Refunfuñé cruzándome de brazos.
‘’Claro, ahora es momento de enfadarte tú, con la que tienes liada, que genio eres’’ Me repetía esa voz de mi cabeza en tono sarcastico.
-Lo siento.- Respondí en un tono poco audible.
-No pasa nada, entiendo que estés así, yo no… no sabía que habías preparado cena.- Se sentó a mi lado y acercó su cara a la mía.

Sabía que esta vez sería una de las últimas veces que la besaría, sabía como era Lizz, sabía por lo que había pasado. Ella había sufrido mucho, anteriormente, antes de estar conmigo estuvo con un gilipollas que la trataba como una mierda, un gilipollas al que ahora mismo, yo me parecía.
También sabía que no me perdonaría por esto, principalmente porque no era la primera vez, había habido más veces en las que había salido con los chicos y la noche a acababa mal, y la última vez que esto ocurrió se fue dos semanas a casa de Tom y Gio hasta que conseguí que me perdonara, jurándole por mi vida que jamás volvería a ocurrir. Y como no, incumpliendo la promesa.

Acerqué aun más mi cara a la suya, sujetando con mi mano derecha su cuello. Nuestras narices se tocaban, y nuestros alientos se entrelazaban, cerré los ojos, inspirando el dulce olor que desprendía su piel.
-Te quiero.- Murmuré antes de acortar la poca distancia que nos separaba y besar sus labios carnosos.
-Yo también te quiero Dougie.- Murmuró entre beso y beso.
Y lo sabía, esto sería lo último, ya no había vuelta atrás. No había cenas ni disculpas que valieran la pena. La iba a hacer daño, y no quería que sufriera más por mi culpa. Definitivamente esto, terminaba aquí.


lunes, 28 de marzo de 2011

Capítulo 3

Nota: Antes que nada, bueno ya estoy de vuelta. Y deciros que me está costando un pulmon y medio escribir este jodido fic. En serio, puto día en el que decidí comenzarlo. -.-'
PD: Las que leáis comentarme por favor.

Capítulo 3

Me desperté algo desorientado, no recordaba prácticamente nada de lo ocurrido la noche anterior, pero por mi terrible dolor de cabeza pude deducir que había pillado una buena borrachera.
A duras penas y sujetándome con todo lo que encontraba a mi paso llegué al baño, abrí el grifo de la ducha y me desprendí de mi improvisado pijama para entrar en la bañera. En menos de dos minutos me encontraba bajo el agua helada, intentando quitarme esa rara sensación que tenía en el cuerpo que no lograba comprender.
Pero de pronto todos los recuerdos bombardearon mi cabeza, discoteca, bebida, aquella chica…
‘’No no, eso no ha pasado, claro que no, menuda tontería..’’ Me repetía una y otra vez en voz baja intentando convencerme a mi mismo de que no había ocurrido nada, pero me desesperaba por momentos cada vez más.

Después de quince largos minutos bajo el chorro del agua decidí salir, me enrollé una toalla cuando escuché que el teléfono comenzaba a sonar. Sequé rápidamente mis pies en la alfombra del baño y bajé precipitadamente por las escaleras hacia la mesa de la entrada.
[-¿Si?- Contesté algo sofocado por la carrera.
-Tenemos que hablar.- Dijo serio al otro lado del teléfono.
-Cla-claro…¿Cuándo?- Pregunté nervioso.
Por el tono de su voz pude comprobar que si, definitivamente, la había cagado la noche anterior.
-No era una pregunta, ya voy para allá, estoy en el coche.- Contestó de nuevo cortante.
-Esto, vale.. hasta lueg..]

’Genial, encima me cuelga.’’ Susurré para mis adentros.
En realidad no sabía ni lo que estaba diciendo, Danny, al igual que todos, tenía motivos suficientes para tratarme así, e incluso peor…
Subí a la habitación, cada vez más y más nervioso, temía que viniese aquí a decirme lo que había echo, lo que había ocurrido, no quería escuchar nada, no podía…
Me senté en la cama sujetando mi cabeza, la voz de Danny me había dado escalofríos y si estaba así por teléfono no quería imaginarlo en persona.
Me vestí torpemente dándome algún que otro tropezón con la pata de la cama, eso del equilibrio no iba mucho conmigo.

El timbré sonó repetidas veces, así que me apresuré a recoger un poco la habitación, Lizz llegaría hoy de pasar el fin de semana con su familia y no quería que se encontrara con todo echo un verdadero desastre, aunque a decir verdad, eso ahora mismo era lo que menos me importaba.
El timbre seguía sonando impacientemente.
-Voy, voy.- Grité a la vez que bajaba las escaleras.

Nuestra casa era bastante grande, Lizz y yo la compramos hace dos años, cuando decidimos ir a vivir juntos. Ella prefería una casa grande y tranquila a las afueras de la ciudad que un apartamento en el centro. Y creo que eso se lo agradeceré toda mi vida, este barrio era tranquilo, bonito, y alejado de todo el barullo de la ciudad, y por supuesto, alejado de la prensa.

Tras tropezar varias veces con mis propios pies por las escaleras llegué a la puerta y abrí rápidamente.
-Perdón, estaba recogiendo un poco la casa.-Me apresuré a decir.
-¿Vamos dentro, o te quedas ahí todo el día?- Contestó seco mientras me apartaba un poco con la mano y pasaba al salón.
Suspiré varias veces y cerré la puerta de un portazo, para después seguir sus pasos. Se sentó en el sofá y yo en la butaca de en frente. Ahora mismo no hablaba, tan solo miraba al suelo, casi sin parpadear, con el ceño fruncido y mordiéndose las uña, muy típico de Danny.
-Bue-bueno cuéntame.-  Dije dudoso intentando mirarle a la cara.

Las veces que Tom se ponía serio, que eran muchas causaban bastante respeto, las veces que lo hacía Harry causaban aún mas respeto, pero nadie salvo yo y los chicos sabían como era Danny cuando se ponía serio, no, él no causaba respeto, él daba miedo, y Danny no se ponía así cuando eran casos extremos, y creo que yo, en ese momento había tocado el límite de su paciencia, bueno de la suya y de la de todos.

-No hay nada que contar Dougie, él que tienes que hablar eres tú.- Me miró apretando la mandíbula.
-Yo…bueno, n-no, no me acuerdo mucho…- Comencé a frotar mis manos mientras miraba al suelo, como un niño pequeño cuando sabe que ha hecho algo mal y su madre está a punto de regañarle.
-Joder Doug, joder.- Se levantó ablandando un poco su voz y llevándose las manos a la cabeza.
-N-no, no lo hice a posta, yo… ni siquiera se lo que hice.- Y de nuevo llevé mis manos a la cabeza.
-Enano, la has cagado…-Se sentó a mi lado y se recostó sobre el respaldo del sillón.
-Lo sé…
-¿Te acuerdas de algo?- Preguntó casi susurrando.
-La chica esa morena…
-Supongo que eso es suficiente…- Comentó de nuevo, mucho mas relajado

Me quedé callado, no quería contestarle. ¿Qué me acababa de confirmar?..¿Me la había tirado? Yo no hacía esas cosas joder, yo no era así, es mas, podría decir que yo era uno de esos chicos que se desviven por sus novias, o al menos de esos que se pasan media tarde en la cocina para que cuando ella llegue a casa se encuentre una cena especial…

No podía parar de pensar en que le iba a decir a Lizz ¿Se lo iba a decir?
‘’Claro que se lo vas a decir gilipollas, ¿En que estas pensando?’’
Suspiré varias veces y de nuevo me llevé las manos a la cabeza, no podía ser… tenía ganas de gritar, de llorar, de volver en el tiempo y no haber ido a esa estúpida fiesta, o al menos no haber sido tan gilipollas…

-¿Qué voy a hacer Dan?- Pregunté con voz casi inaudible.
- Lo primero es hablar con ella… tiene que saberlo.
-Me va a dejar…-Susurré otra vez sin apartar la vista de mis pies.
-No lo va a hacer, vamos Doug, que es Lizz…
-Por eso mismo, llevamos un tiempo mal… todo sale torcido, discutimos mucho, y para colmo nunca está aquí…

Esta vez se quedó un poco callado, tardó en contestar pero finalmente habló.
-¿Y no crees que sería mejor… ya sabes, dejarlo?- Me miró con una expresión rara en la cara, pena.
-¡No! Yo.. no, no quiero joder, no.- Me levanté de golpe del sofá, dando vueltas en círculos.

Danny se levantó, poniéndose a mi lado y colocando una mano en mi hombro.
-Venga, todo se solucionará, no te pongas así porque no conseguirás nada…¿Cuándo viene Lizz?-Animó
-Esta noche…
-Hagamos algo… te ayudo a recoger esto, llamamos a Geo para que venga y nos ayude a hacer algo de cena, o mejor, que cocine ella, después preparamos todo bien… y esta noche cenáis tranquilos cuando venga se lo cuentas.

Lo pensé durante unos minutos..-Esta bien…- Acepté.
-Genial, voy a llamar a Geo para que esta tarde se pase por aquí.- Sonrió.
-Danny…gracias.
-De nada enano, ya sabes, estoy aquí…-Me sonrío de nuevo con aquellos dientes tan característicos suyos y salió al jardín a hablar con Georgia.

Me esperaba una buena para esta tarde, estaba nervioso, necesitaba verla ya, decírselo, hacerla ver la clase de gilipollas que era, pero que después de eso me perdonara, simplemente porque no podría estar sin ella, la necesitaba demasiado en mi día a día como para permitirme perderla…

jueves, 3 de marzo de 2011

Capítulo 2


Capítulo 2

-¿Y…cómo te llamas rubito?- Me preguntó la chica cogiendo uno de los mechones de mi flequillo.
-Pues, depende, me puedo llamar como tú quieras.- Reí y me acerqué a ella.
En realidad no sabía lo que estaba haciendo, esa pequeña parte de mi cabeza seguía actuando, diciéndome que parara, que no le podía hacer esto a Lizz, pero mi borrachera me cegaba demasiado, y digamos que los pechos de la morena no ayudaban para nada referente a lo de dejarme ‘’ser bueno’’.
-Entonces, con lo de rubito me basta.- Rió de nuevo, una risa algo escandalosa y nerviosa.

A los pocos segundos me encontraba concentrado en su cuello, mordiéndolo, besando, mientras mis manos actuaban con vida propia e iban a lugares no debidos.
El ambiente se estaba calentando y alguna que otra persona nos echaba el ojo, no podíamos seguir con esto aquí, necesitaba separarme de ella, o ir a otro sitio, pero Willy me impedía separarme de aquella chica.
Busqué sus labios casi con necesidad, y los encontré, la besé con furia, descargando todo mi estrés, mi frustración y mi enfado en ella. Introduce mi lengua en su boca, saboreando cada milímetro de ella. Mi corazón latía frenético, el hecho de que pudieran pillarnos me aceleraba más aun.
Separé mis manos de su cintura y agarré su mano, estirando, mientras con la mirada buscaba el baño mas cercano. Algo aturdido comencé a caminar, con la chica pisándome los talones, hacia los baños de chicas, era lo que mas cerca estaba. Tuve suerte en no cruzarme con ninguno de los chicos, me matarían.
‘’¿Qué cojones estas haciendo tío? Eres tonto, suéltala, piensa en Lizz.’’
Como si fuese acto reflejo solté la mano de aquella chica y me quedé parado.
-¿Pasa algo?- Preguntó ella, impaciente en mi oído, notando su aliento en mi cuello.
Para mi desgracia iba demasiado bebido, y Willy demasiado contento, por lo que finalmente ambos acabamos en el baño, haciendo algo de lo que sin duda me arrepentiría.

-Vamos enano, abre los ojos joder.- Escuchaba una voz lejana, mi vista estaba nublada y me dolía la cabeza.
-Menuda cogorza que lleva.- Reía otro a su lado, una risa muy escandalosa, y era lo último que necesitaba en este momento.
-Shh…-Conseguí articular llevándome el dedo índice a los labios.
-Y encima nos manda callar, tendrá morro.- Volvió a reir.
-Cállate Danny, ayúdame a llevarlo al coche anda.- Repitió esa voz seria, de nuevo.
Danny, -.-‘’ claro que era él, no podía haber persona mas escandalosa en estos momentos.
-No vamos a poder con el Harry.- Replicaba el pecoso.
-¿¡Quieres cogerle de las piernas y salir de aquí!? Te recuerdo que estamos en el baño de las chicas.- Harry, ya algo mas irritado le contestó levantando el tono de voz, y mi cabeza parecía explotar.
-Callaros joder, callaros.-Mascullé llevándome las manos a la cara.
-Mira, si el rubito se ha despertado, a buenas horas majo, tienes mucho que explicar.- Comenzó Danny.
-Que te jodan Daniel, tu hacías esto todos los días ates de estar con Geo.- Le contesté de mala gana.
-Exacto, tu lo has dicho, antes de estar con Geo, no mientras.- Concluyó el pecoso.
-Mas te vale, y deja Doug en paz ya anda..- Y otra voz mas, era Georgia, genial, la familia entera aquí, viendo el espectaculo, al menos agradecía que Geo hiciera callar a Danny, creo que era una de las pocas personas que lo conseguía.

Los chicos me sujetaron un poco y disimuladamente conseguimos salir de aquel tumulto de gente e ir al coche, que no estaba muy lejos.
Me dejaron sentado en el asiento trasero, con las piernas fuera del coche y claramente la puerta abierta.
-Habla Douglas, vamos.- Esta vez fue Tom el que se presentó frente a mí, y Gi a su lado, no parecían mas felices.
La verdad no recordaba mucho de lo que había pasado, me tome unas copas, salí a fumar, estaba de mal humor, le negué una foto a una chica, conocí a …¡SHIT!
La jodida chica morena…
-Habla Douglas, ya.- Esta vez fue Gio quién habló, parecía bastante enfadada, y eso me hizo pensar lo peor. Gi y Lizz eran muy buenas amigas, al igual que Georgia, pero ella se reservaba algo mas, ya me daría la brasa cuando estuviese algo mas ‘’estable’’. En conclusión, temía lo que podía haber hecho con esa chica en el baño, y que ese fuese el motivo por el cual todos estuviesen así conmigo.
-¿Qué queréis que os cuente?- Contesté de nuevo en un tono borde.
No me apetecía hablar ahora mismo de lo que había pasado, porque ni siquiera yo mismo estaba seguro de lo que había ocurrido ahí dentro.
-No te pongas borde Dougie, sabes que no tienes motivos ni es el momento para idioteces.- Habló Tom, esta vez, al parecer, mas tranquilo.
-No me pongo borde Tom, pero esque ahora no me apetece hablar vale, no se lo que ha pasado, no me acuerdo, me duele la cabeza, tengo sueño y me apetece dormir, mañana hablaremos.- Dicho esto metí mis piernas en el coche y me recosté sobre el respaldo del asiento.
-Muy bien, pero mañana nos lo contarás todo, y mas te vale que nada de esto afecte a Lizz, o mueres.- Me dijo Gio mirandome amenazante mientras cerraba la puerta del coche.

Era normal que se pusiese así, y esperar a mañana y que le cuente que posiblemente me tiré a esa jodida morena, ya lo creo que moriría.
Pero lo que de verdad me preocupaba era Lizz, había sido un capullo y ella no se lo merecía.


Nota: Hola personas que no me comentan, bueno, si es que hay alguien, ya que solo me comenta Anto :33 
Me gustaría que me dejases un comentario, no sé, diciéndome que os parece. Si os gusta, si no, .. algo, por favor.